
Hay un pájaro en ‘La Isla de Finnegan’ al que le vaciaron un ojo y por eso viaja en círculos eternamente para ver la otra parte del mundo. También hay un pez que sobrevive ocho días antes de matarse, era un pez en el hielo, y se llamaba Cesare Pavese. Estos dos son sólo ejemplos del tipo de personajes e historias que se pueden encontrar en la Antología personal de Ricardo Piglia. Una selección que el autor hizo de sus escritos en cincuenta años y que incluye apuntes, ensayos y presentaciones en público.
‘Cuentos morales’, ‘El laboratorio de escritor’, ‘Los casos Croce’ y ‘La forma inicial’ son las partes en que Ricardo Piglia divide esta entrega que se convierte en una puerta para quien nunca lo haya leído y en una provocación a revisar sus lecturas a quienes ya lo conozcan. Leer su antología es como dar un vistazo a una biblioteca ajena y querer tenerla, pero no es posible. Hay que ir a buscar los propios libros: La ciudad ausente, La invasión, Nombre falso, El último lector, Formas Breves.
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© Isabel-Cristina Arenas, Barcelona 12 de agosto de 2015
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