
La cita es en la esquina entre las calles Portaferrissa y Pi, en el barrio Gótico de Barcelona. Los asistentes al curso esperan que el calor del verano sea clemente durante la caminata que comenzará unos pasos más adelante, en un callejón angosto cerrado para visitantes: Perot lo Lladre. Una vecina cordial, o inconsciente, los ha dejado entrar; quizá le parece extraño que quieran hacer un tour del Quijote, o quizá se siente agradecida de que sean otro tipo de “turistas”. La calle tiene forma de L, está adornada con plantas de lado y lado, y el silencio es increíble, a pesar de estar en pleno centro de la ciudad. La ruta cubrirá los pasajes que se relacionan con Barcelona, que van desde el capítulo LX al LXV de la segunda parte del Quijote.
“Al parecer, en este lugar se alojaba Perot Rocaguinarda, el bandolero catalán llamado Roque Guinart en el libro”, dice Margarida Codina, y lee el fragmento en donde el protagonista y su escudero llegan a Barcelona. La historia completa en la vida real, no en el libro, incluye un cura, un conde, el purgatorio, un fantasma y el desfile del personaje en versión gigante de papel durante las fiestas de Sant Josep Oriol. Todos en el grupo están atentos a la lectura. Margarida tiene una voz de actriz de teatro que logra que las palabras desconocidas del libro se entiendan mágicamente sólo con su entonación. Han sido diez sesiones centradas en el Quijote y hoy es el último día; el curso se cerrará con la visita a los lugares que tienen alguna relación con la obra más conocida de Cervantes y de la literatura universal.
El momento en el callejón dura muy poco…continuar leyendo en El Espectador en el texto llamado Donde Don Quijote perdió la locura.
© Isabel-Cristina Arenas, Barcelona 28 de julio de 2016
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