Nefando – Mónica Ojeda

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Título: Nefando – Autor: Mónica Ojeda – Candaya

Barcelona.

“¿Qué se me oculta en el hueco de lo cotidiano, allí, frente a mis ojos?”, escribe uno de los jugadores de Nefando. La pregunta queda en el aire, y ahora en el plano de lo real, no sabe uno si quiere saberlo o no, pero es tarde porque las páginas se han devorado sin pausa. El silencio, el lenguaje, la carne y la infancia, esto es Nefando, la novela de Mónica Ojeda (Guayaquil, Ecuador, 1988). También es una habitación azul que es un libro que es un juego, una verdad, sexo y palabras que perturban y revuelcan por dentro. No se sale de allí sin heridas.

Nefando (Candaya, 2016) pesaba por las expectativas que me había creado alrededor de su lectura. Pesaba aún más cuando vi que la escritora era parte de Bogotá 39-2017, la lista de 39 escritores de ficción menores de 40 años de América Latina promovida por el Hay Festival. Olga Martínez, directora de Candaya junto a Francisco Robles, me entregó el libro y en medio de la charla dijo: “Mónica es un oxímoron”, no le pregunté cuál y llevo días revisando listas; en cualquier caso, era uno de esos que despiertan admiración por la genialidad de alguien.

Iván Herrera, El Cuco Martínez, Kiki Ortega y los hermanos Terán —Cecilia-Irene-Emilio— comparten juntos un apartamento en Barcelona, cada uno de ellos es una novela y todos juntos son un videojuego: Nefando. Alguien, una voz masculina, habla con ellos por separado, los entrevista con el objetivo de saber acerca del juego, esa voz es el puente que permite llegar al pasado de cada uno, y tal vez al de los lectores mismos. También hay confesiones, fragmentos de foros de gamers, ilustraciones y personajes que hablan sin intermediarios. Kiki, por ejemplo, se narra a sí misma el proceso de creación de la novela erótica que está escribiendo. El lector entra en su cabeza, conoce sus decisiones creativas y una vez lo ha hecho nos comemos las hojas de su novela. Kiki es lenguaje, cumple su objetivo y no “degrada el misterio”, y uno se ha leído y releído a Diego, Eduardo y Nella. Casi todos alguna vez hemos tenido días animales…sigue leyendo en El Cisne: libros y espacios de El Espectador.

© Isabel-Cristina Arenas, Barcelona 25 de febrero de 2018

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