
Escucharla es un viaje. Esta colombiana habla con tanta pasión sobre su trabajo, que se siente la necesidad de ir a tomar el primer bus, tren o avión que pase no importa hacia dónde. Con ella es fácil “sentir de golpe el viaje”. Juliana González-Rivera, con menos de treinta y cinco años, ha vivido en Medellín, Madrid, Bogotá, Barcelona y Estocolmo. Es escritora y periodista, habla inglés, sueco y francés; hace yoga, corre, dicta clases y conferencias y no descarta seguir estudiando. Ya es doctora en Periodismo y especialista en Literatura de viaje por la Universidad Complutense de Madrid. Durante los primeros días de junio estuvo en Barcelona presentando su primer libro: La invención del viaje (Alianza Editorial, 2019).
Aunque dice no identificarse con ninguna bandera, se siente orgullosa de ser la segunda colombiana en publicar en Alianza Editorial, después de Álvaro Mutis. Para ella el mundo es el lugar para entenderse, además de la lectura. Bruce Chatwin, Saint-Exupéry, Ryszard Kapuscinski, Cees Nooteboom… la lista es larga, este espacio se llenaría de nombres que han sido su referencia para escribir este libro. Afirma que no hay diferencia entre hombres y mujeres en cuanto a “sentir de golpe el viaje”, a llevar la vida errante de quien decide que todo el planeta es su casa y que no está regresando a alguna parte. Aclara que esto no quiere decir que no existan dificultades para una mujer que viaja, pero la sensación de “desarraigo crónico” no tiene género. Ella se siente en un estado de permanente tránsito…sigue leyendo en El Cisne: libros y espacios de El Espectador.
© Isabel-Cristina Arenas, Barcelona 28 de octubre de 2019
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