Entrevista a Catalina Mejía, editora del sello Salamandra Graphic, una apasionada y defensora de la novela gráfica como forma de narrar y de contar historias.

Ventiladores Clyde de Seth, Sabrina de Nick Drnaso, Las edades de la rata de Martín López Lam, El árabe del futuro de Riad Sattouf —que va en su cuarto volumen—, fueron publicados en castellano por Salamandra Graphic, sello especializado en novela gráfica y que desde 2019 forma parte del Grupo Editorial Penguin Random House. Desde la elección de los libros y detrás de cada detalle: color, tipografía, traducción, giras de autor, entre otros, está Catalina Mejía (Medellín, 1979), quien ha construido un catálogo sólido durante los cinco años que lleva a cargo del sello. Publica ocho libros al año, “una cifra no muy alta a nivel de competidores”, pero que le ha dado varios premios en El Festival Internacional del Cómic de Angulema y alegrías editoriales como trabajar junto a Ana Penyas, quien obtuvo el Premio Nacional del Cómic en 2018 con Estamos todas bien, o la satisfacción de haber conocido y viajado con Seth en su gira por España, además de estar siempre en las listas de “cómics esenciales” del año según la Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic de España (ACDCómic). Sueños cumplidos, objetivos y su visión de la historieta como medio. Una entrevista a esta editora.
¿Cómo una abogada se convierte en editora de novela gráfica?
Desde pequeña me ha gustado leer y sobre todo escribir, era un sueño poder dedicarme al mundo de las letras, pero en Colombia era complicado romper el tabú de poder vivir de esto, entonces llegué a un pacto con mis padres y estudié Derecho en la Universidad del Rosario decidida a que en el momento en que se presentara la oportunidad de poder hacer algo relativo a la literatura lo iba a hacer. Después me dieron una beca de un año para venir a España y me enamoré del país, de su cultura, del acceso a las bibliotecas públicas, del gran número de librerías que había, de la cantidad de formatos y tipos de libros que existían. Más tarde, en 2006, hice el máster en edición de Santillana en Madrid y empecé a ser editora literaria, pero por circunstancias de la vida comencé a trabajar en Sin Sentido, una editorial especializada en novela gráfica que se acababa de quedar sin editor. Yo contaba con muchísimos conocimientos de cómo se hacían los libros, pero también reconozco que tenía un gran desconocimiento del mundo de la novela gráfica. Poco a poco fui leyendo a los autores, comprendiendo la forma de entenderla y leerla, y ahora mismo soy una completa apasionada y defensora de este medio como forma de narrar y de contar historias.
¿Cómo elige los libros que quiere editar?
Me llegan a través de agentes, editores, autores, afortunadamente hoy podemos acceder a los contenidos de forma más sencilla.…sigue leyendo en El Cisne: libros y espacios de El Espectador.

© Isabel-Cristina Arenas, Barcelona 6 de octubre de 2020
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