
La evolución de las relaciones por medio de las palabras, la necesidad de decir algo y llenar los silencios, y no los de nueve pisos en un ascensor hacia el trabajo, sino los de ocho largos años en una cárcel o los que fueron necesarios entre hermanos.
Valentín fue encarcelado por activismo, otro preso político de la Argentina de los setentas y Molina por corrupción de menores. Están juntos en la misma celda, comparten desde la comida envenenada que le dan los militares a Valentín para intentar sacarle información, hasta conversaciones muy íntimas… vale la pena leer este libro por la evolución de sus sentimientos entre cada historia, que es lo único que les queda antes de El beso de la mujer araña.
Fragmento:
Así se llama este libro de Manuel Puig, en donde lo mejor es descubrir por qué Beso, por qué Mujer y por qué Araña. De este escritor argentino hay una serie de entrevistas muy buenas de Radiotelevisón Española, la película está en Cuevana, y el libro se puede descargar en PDF. No hay obstáculo para conocer a Puig.
En El beso de la mujer araña (1976) y en toda su obra, el autor intentó plasmar lo que sería el conflicto de toda su vida: débiles Vs fuertes. No sé a cual conclusión llegó antes de morir a los 58 años…yo pienso que no hay nadie fuerte, que todos, sin excepción somos débiles, que nos armamos películas normalmente de terror. Por eso a veces es mejor oírlas, no inventárselas:
En la adolescencia mi hermano Ricardo y yo no teníamos muchas cosas en común, igual que los protagonistas de este libro, pero sabía que a él le gustaban las novelas policiacas. Un día le presté Cien años de soledad, como para mostrarle otro tipo de literatura. – «Me gustó»- dijo. – «Por estos días leí uno de Agatha Christie, Cinco Cerditos, ¿Se lo cuento?»… Yo me imaginaba el ambiente, los colores de cada escena, las voces; pensaba que estaba viendo la película igual que Valentín, en El beso de la mujer araña cuando casi todas las noches Molina lo “llevaba” al Central Park, a Veracruz o a una isla desierta.
Hoy siento que he “leído” los mismos libros de Agatha Christie que mi hermano. A través de estos años hemos continuado como Molina y Valentín, él narra y yo imagino. Ahora me cuenta no sólo aquellos en los que tengo que adivinar quién es el asesino. El último fue El cuerpo de Jonah Boyd de David Leavitt, hace más de un mes en el aeropuerto El Dorado en Bogotá. Ahora jugamos a ver las “costuras del libro”, quién es el narrador, cómo se manejan los diálogos, cómo fue construida la historia…
En el libro Valentín y Molina se acercan entre historia e historia. Molina y sus amores imposibles, los boleros, las lágrimas, la enfermedad de su madre. Valentín y su lucha por la patria, la necesidad de analizar cada decisión, de evitar sentimientos e instintos:
Fragmento:
—No digas esas cosas. Callado es mejor. —Me muevo un poco contra la pared. —… —No se ve nada, nada… en esta oscuridad. — … —Despacio…Al final Valentín no pudo ni quiso controlar nada, ni sus pensamientos, ni sus manos, ni su cuerpo. Molina no pudo ser la heroína de su propia película y nosotros, no pudimos evitar hacernos amigos, leer, editar y a veces escribir.
© Isabel-Cristina Arenas, Bogotá 3 de noviembre de 2011
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