
Este año lo cierro con un artículo sobre Hablar solos de Andrés Neuman, autor de El viajero del siglo, uno de los mejores libros que he leído y regalo de mi hermano Ricardo en una Navidad hace años; y lo inicio literariamente trasladando parte de mi biblioteca: 46 kilos de Bogotá a Barcelona y esperando que los que se quedan no se sientan solos sino felices de acompañar a mi mamá en Bucaramanga y Laura Carreño en Bogotá.
Así empieza el artículo publicado el pasado 12 de diciembre en El Espectador:
«He visto dos veces al hijo de Roberto Bolaño caminando por Barcelona, me pregunto cuáles de los recuerdos que tiene de su padre son verdaderos y cuáles los ha creado a partir de conversaciones, diarios, artículos y opiniones de expertos. Bolaño murió cuando su hijo mayor tenía trece años. Se llama Lautaro y quizás habla solo… «seguir leyendo.
© Isabel-Cristina Arenas, Bucaramanga 30 de diciembre de 2013
Comentar este post: