
Disfrazarse de humano y vivir permanentemente en un día de Halloween, esa sería una posible solución para intentar ser normal. Menos Chico Momia un poco más escritor ¿Para qué ser más normal? … no se podría disfrutar La melancólica muerte de Chico Ostra, libro que me prestó @mariagarcia porque se parecía a nuestro trágico sentido del humor y el autor era Tim Burton, del cual habíamos estado hablando hacía poco.
Algunas personas se disfrazan cada mañana, otras son más valientes y no lo hacen, algunas le cuentan a sus amigos, por ejemplo, que están tristes y que no les importa, que no tienen ni idea para dónde van y que no les importa; que han descubierto que son la historia que le falta a La melancólica muerte de Chico Ostra, un Chico Mosca tal vez. Tengo amigos muy parecidos a los personajes de este libro: un Chico Mancha, uno Tóxico y uno Brie; y uno que no tiene todavía su ilustración pero que las hace muy bien y me hizo una Chica Bailarina.
Estos son los protagonistas de libro, crueles, solos, tiernos, malvados, humanos:
Tengo planeado liberar una pared de mi apartamento, imprimir algunas de las ilustraciones de Tim Burton y ponerlas cerca de la puerta para que cada mañana, antes de salir, tener frente a ellas un monólogo interno de esos que pasan normalmente ante el espejo, algo como: “Hoy me siento Chico Ancla, debo evitar….”, “quiero ser una Chica Vudú, aunque mejor no…”. Para hacer esto es necesario mirar a la derecha, después a la izquierda, dudar un poco y así escoger bien el disfraz del día.
Tim Burton ya es un adjetivo como diría mi profesor de taller Carlos Castillo.Un adjetivo que además de películas, libros, una exposición en el MoMa en 2009…etc, ha hecho este corto que así no tuviera créditos, pero los tiene, solo podría ser «Timburtiano»: Vincent Malloy.
Recomendación para leer La melancólica muerte de Chico Ostra: Pedirle a alguien que uno quiere mucho que lo dramatice, que haga voces y acentos, que baje la voz y abra más los ojos cuando se dé cuenta cómo muere el Chico Ostra . Así se podrá identificar más fácil qué clase de chico somos; y evitar a toda costa ser Palillo y Cerilla enamorados.
©Isabel-Cristina Arenas, 12 de septiembre de 2011
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