
Mi papá llevaba más de dos años preguntándome si le podía conseguir un libro que leyó en su juventud llamado Frutas silvestres como postres de Heinz G. Konsalik. Hace tres semanas le prometí que lo buscaría, esta vez en serio y que como ese libro que ya no se editaba, lo más probable era conseguirlo en una librería de segunda mano. Para evitar que pasaran otros dos años acudí a Amazon y lo pedí. Esperaba tomarle una foto para decirle a mi papá que ya estaba en la maleta, que lo llevaría Barcelona-Bucaramanga en unos meses. Mientras tanto yo estaba leyendo en ese momento Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi.
Pasó el día en que se suponía que debía llegar el pedido de mi papá y no llegó. Cuando acudí al vendedor de la cuenta de Amazon para hacer el reclamo me di cuenta que la librería se llamaba «Sostiene Pereira« (en Granada), igual que el libro que estaba a punto de terminar y que interrumpí porque recién salía a la venta Librerías de Jorge Carrión, finalista del Premio Alfaguara de Ensayo 2013 y quería leerlo ya.
Al parecer Frutas silvestres como postres se extravió, pero el señor que me atendió prometió conseguirme otro ejemplar con sus amigos libreros. Mientras tanto yo también leía sobre libreros en la obra de Carrión y preparaba mi entrevista para El Espectador, publicada el pasado 30 de septiembre, ver aquí. Al finalizar de leer el ensayo, de escribir el artículo para el periódico, y mi propia mudanza con muchas cajas de libros, me di cuenta que aunque soy fiel a dos librerías en Barcelona (Laie y La Central de Mallorca) no tenía «Guía espiritual» (librero).
En Granada, el dueño de «Sostiene Pereira» (José Miguel Aponte) cumplió la promesa y me llamó para decirme que tenía otro ejemplar de Frutas silvestres como postres. El pedido llegó, lo tuve en mis manos. De hecho, es plural, porque llegaron dos, el extraviado y el nuevo. Los fotografié para mi papá y llamé a José Miguel para darle las gracias y proponerle que fuera mi librero a distancia. Me dijo que él podría conseguir lo que fuera y le encargué Amigos que no he vuelto a ver de Ignacio Vidal-Folch, libro que dejé en el bolsillo de un bus rumbo a Valencia, que estaba autografiado por el autor y que por supuesto no he vuelto a ver.

Finalmente terminé Sostiene Pereira, que será sobre lo que escribiré en estos días, tengo nuevo librero virtual y un viaje pendiente a Granada a visitarlo, hice mi primera entrevista (sobre librerías) y por primera vez tengo mis libros con los de otra persona en la misma biblioteca.
© Isabel-Cristina Arenas, Barcelona 3 de octubre de 2013
Responder a Óscar Molina Cancelar la respuesta